Mecheros y encendedores para oficinas y hogares
Cuando un caminante pregunta a otra persona si «tiene fuego», cuando la respuesta es negativa tal vez debería ser «no tengo mechero», en lugar de la habitual «no fumo», puesto que los mecheros tienen muchas utilidades, más allá de encender un cigarrillo. Hasta tal punto son útiles que no sería descabellado llevar un mechero siempre encima.
El mechero sirve para rematar el extremo de una cuerda de plástico y evitar que se deshilache. En oficinas y comercios, para encender velas e incienso o para derretir barras de lacre. En la cocina, para encender los fuegos de cocinas de gas. En modo supervivencia, para calentar objetos y alumbrarse en la oscuridad. En bricolaje, para pelar el extremo de un hilo conductor de cobre delgado o encender un soplete de fontanero...
Los mecheros y encendedores son indispensables en la oficina y el hogar. Por eso, en ofistore podrás comprar dos de los mejores encendedores de la marca Bic: el Megalighter con encendido rápido mediante pulsador y sistema piezoeléctrico (genera automáticamente la chispa) y el J-25, el pequeño mechero desechable con piedra de la marca Bic, uno de los más conocidos del mundo.
La historia de los mecheros Bic
En 1950, la marca francesa BIC revolucionó el sector de la escritura al crear un bolígrafo asequible para el pueblo. En esa epoca, el bolígrafo era un instrumento de escritura exclusivo, al alcance de pocos bolsillos, que se vendía a un elevado precio (entre 50-100 euros actuales). La premisa que justificaba dicho importe es que su depósito de tinta duraba meses (en comparación con la estilográfica, la cual había que rellenar más a menudo).
Basándose en la patente del húngaro Lászlo Bíró, BIC fabricó el bolígrafo BIC Cristal. El éxito del «bolígrafo para masas» llevó a que Bic reprodujera la idea con otros objetos cotidianos como las maquinillas de afeitar desechables..., y sus famosos mecheros y encendedores.