En ofistore podrás comprar todo tipo de pizarras blancas. Desde las más económicas, para uso ocasional en el hogar, hasta las pizarras blancas profesional de alta calidad para uso intenso en colegios, institutos, oficinas y centros de formación.
Información sobre pizarras blancas para rotuladores
Para sustituir a un encerado verde para tizas, la pizarra blanca ofrece algunas ventajas. La más importante es que esta pizarra no produce polvo cuando se borra. Esto la hace idónea para personas alérgicas al polvo de tiza. Las pizarras para rotulador poseen ventajas adicionales y desde aquí te ayudaremos a elegir una pizarra blanca para tu vivienda u oficina.
¿Qué es realmente una pizarra blanca? Lo hace especial a una pizarra para rotuladores es que su superficie no es porosa. Es más, con los marcadores de borrado en seco también se puede dibujar y escribir sobre vidrio, metal esmaltado, porcelana... Un tablero con un marco, el juego de herrajes para colgarla en la pared y, en algunos casos, una bandeja para poner los rotuladores y el borrador son los elementos que la componen.
Como segunda ventaja importante, se encuentra la buena legibilidad de su superficie. El trazo de la tiza blanca sobre el fondo oscuro es menos visible que la marca del rotulador con punta de fibra sobre el fondo blanco de la pizarra. El contraste de las pizarras blancas para rotuladores es muy bueno; también cuando se usan diferentes colores se aprecian mejoras con respecto a la alternativa tradicional. Usar marcadores de color negro, rojo y azul ayuda, por ejemplo, al profesor a que sus explicaciones sean más claras y comprensibles.
¿Y la pizarra magnética? Esta sería la tercera ventaja. Pero no todas las pizarras blancas son magnéticas y este es uno de los aspectos que más influye en su precio. Solo aquellas cuya superficie está hecha con acero admiten el uso de imanes. Como beneficio colateral, estas pizarras son más resistentes que las de melamina o cartón prensado. Los imanes ayudan a fijar documentos y a organizar listas de tareas y horarios (usando accesorios de planificación magnéticos). Además, aquellos borradores cuya base esté imantada se podrán dejar pegados en el tablero de la pizarra.
Tipos de superficies
¿Cuáles son, entonces, los tipos de pizarra blanca que existen según su superficie? Las más económicas son las de melamina y fibra de madera prensada (tablero estratificado de MDF). Ninguna de estas dos son magnéticas. Las pizarras de acero sí lo son y se fabrican con dos tipos de acabado: lacado y vitrificado. El vitrificado es un revestimiento de cerámica muy resistente al desgaste. Esta superficie es más cara que la pintada o lacada. Desde ofistore te recomendamos comprar una pizarra vitrificada si la vas a usar mucho (varias horas al día).
Más recientemente, se han popularizado las pizarras de vidrio templado. Con prestaciones parecidas a las vitrificadas en cuanto a la resistencia al desgaste, la gran ventaja de ellas es su estética: en muchos casos ya no es necesario el uso de un marco perimetral. El tablero de vidrio es grueso y por sí solo es capaz de ofrecer la rigidez necesaria: basta con pulir sus cantos. No obstante, hay fabricantes que ponen una chapa ferromagnética tras el vidrio con un objetivo: dotar a la superficie de propiedades magnéticas.
¿Qué marca elegir? Nobo, Bi-Office y Rocada son tres buenas marcas de pizarras para rotulador. Como alternativa económica, con precios mucho más asequibles, se pueden comprar las pizarras blancas de la marca Q-Connect, que ofrecen una relación calidad precio magnífica.
Cómo instalarla en la pared
Las pizarras blancas se cuelgan en la pared con tacos de expansión y tornillos. Para perforar la pared en el 90 % de las ocasiones habrá que usar un taladro percutor eléctrico. Hay algunas excepciones, por ejemplo, las paredes de madera no requieren taco de expansión y en las de pladur se pueden usar tacos especiales que se atornillan directamente sin tener que taladrar. Todo esto depende del tamaño de la pizarra, el peso de ella y la resistencia de la pared.
Para calcular dónde hay que taladrar y asegurarse de que la pizarra queda nivelada se debe usar un metro y un nivel de burbuja. Como alternativa se puede usar una plomada o un nivel láser.
En primer lugar, se centra la pizarra en el espacio deseado con la ayuda del metro. Después se sitúa a la altura deseada y con la ayuda de una persona se nivela con el nivel de burbuja y se marcan con lápiz o rotulador los puntos en los que se ha de taladrar. Generalmente, las pizarras se sujetan con un tornillo en cada una de sus cuatro esquinas pero algunas usan soportes especiales o tienen los anclajes situados en otra posición.
En segundo lugar, se taladra la pared y se introducen en los orificios los tacos de nailon. A continuación se atornilla la pizarra sin apretar los tornillos en su totalidad. Por último, con la ayuda del nivel se da el apretón final asegurándose de que ha quedado perfectamente nivelada. Ya se pueden colocar los embellecedores de las esquinas y la bandeja para los rotuladores. La pizarra blanca está instalada y lista para usar.
Si necesitas más ayuda, puedes leer nuestra guía de compra de pizarras. Echa un vistazo también a estos consejos para mantener en buen estado una pizarra blanca.