Las ventajas de los revisteros verticales de oficina frente a los archivadores
No siempre las carpetas y archivadores de anillas son la mejor solución para guardar y conservar documentos. A veces se requiere un acceso rápido a los papeles, aunque se vea reducida la capacidad de clasificación. Además, el archivo de folletos o revistas requiere de fundas de plástico especiales. En estos casos, aunque su uso implique prescindir de la clasificación interna de la información (separadores alfabéticos, pestañas), la mejor opción es usar los revisteros de oficina.
Tipos de revisteros de oficina
En ofistore puedes comprar revisteros de varios modelos, colores y marcas. Los más baratos son los de rejilla plástica. Estos cajetines de archivo son muy útiles para organizar y almacenar todo tipo de documentos en posición vertical. Permiten un acceso muy fácil a las revistas, ya que la mayoría de los modelos son abiertos. El espacio de su lomo sirve para su identificación, bien con una etiqueta, bien rotulando el contenido con un marcador permanente.
Un segundo tipo de revisteros son los metálicos, fabricados con una malla fina de acero decorativa. En general, son más resistentes y duraderos que los de cartón forrado, aunque son más delicados y sensibles a los golpes; se abollan fácilmente. Aunque son productos de archivo más caros, son más elegantes y discretos. Los cajetines de archivo de rejilla metálica son ideales para despachos y para mejorar la decoración de las oficinas.
Si quieres organizar las revistas temáticamente, puedes aprovechar el color de los revisteros para establecer una clasificación visual rápida. Después, puedes concretar el contenido en la etiqueta del lomo.
Ventajas de los revisteros metálicos
Los revisteros de rejilla metálica tienen sus ventajas. En estos módulos el contenido se puede observar a través de los orificios de la rejilla, al igual que sucede con los revisteros de plástico translúcidos y transparentes. Estos cajetines son idóneos para almacenar revistas en vertical y tenerlas fácilmente disponibles sin estropear la estética del entorno de trabajo. Si se tratan con cuidado, pueden durar toda la vida: su calidad es muy superior a los tradicionales revisteros de cartón.
Hay que evitar que los revisteros entren en contacto con agua, para evitar que se oxiden por la corrosión. Tampoco los golpearemos lateralmente, pues la rejilla puede abollarse. Al ser abiertos, el acceso a los folletos o las revistas es muy sencillo. Una alternativa eficaz son las cajas de transferencia de cartón con tapa.