Subcarpetas con lomo de tela, cartulina 320 g/m², colores surtidos, A4 - Exacompta Forever

La cartulina es flexible pero no estirable. En las subcarpetas de cartulina, las consecuencias de esta traba del material se dejan ver sobre todo en el lomo; por una parte, el pliegue sufre cierto desgaste cada vez que se accede a los documentos, por la otra, ofrecen una capacidad de archivo muy limitada. Las subcarpetas con lomo de tela se diseñaron para remediar tales faltas.

Sin ofrecer la protección, la capacidad de almacenaje o la fuerza de retención de una carpeta de anillas, las carpetas auxiliares con bolsa de tela permiten guardar un buen número de hojas y a un tiempo consultar el contenido con frecuencia sin que el material del lomo se dañe. En concreto, gracias a un fuelle textil de 30 mm, las subcarpetas con lomo de tela Exacompta almacenan hasta 300 folios de 80 g.

Ahora bien, ¿no es de suponer que documentos tan voluminosos exigen a la vez tapas de cierto vigor? En efecto, las subcarpetas que nos ocupan combinan el lomo de tela con cubiertas de cartulina fuerte. Y ello sin torpedear la sostenibilidad, ya que la cartulina Exacompta Forever, de 320 g/m² y de 0.4 mm de espesor, es 100 % reciclada y cuenta con el conocido certificado Ángel Azul. De resultas, este material libre de plástico, fácil de reciclar y fabricado en Francia ofrece una garantía de archivo de 50 años.

Características de las subcarpetas con lomo de tela Exacompta Forever

Estas subcarpetas pertenecen a la gama de productos de archivo Forever de Exacompta. Con un tamaño de 24×32 cm, están indicadas para archivar documentos de formato A4 y folio. Se puede elegir el color de la cartulina entre los siguientes colores: azul brillante, beige dorado, rosa, verde claro y amarillo; el color del fuelle de tela es fijo en todos los modelos: beige dorado. Se venden en paquetes de 25 unidades.

¿Por qué elegir una subcarpeta de tela para tus archivos? Aparte de lo ya dicho, existe otra poderosa razón: por su textura y aspecto, la tela aporta un toque especial, confiere de algún modo, un plus de valor a los documentos. Así, a modo de arca de palabras que nunca mueren, resultan perfectas, por ejemplo, para proteger trabajos de escritura creativa: las hojas en el interior de esta guardiana de secretos se convierten en el tesoro mejor preservado, un recuerdo que, encapsulado en un lomo de tela, aguarda a ser leído.