De la A a la Z: conoce las partes esenciales de un archivador de anillas
El archivador A-Z se diferencia de la carpeta de anillas (versión más simple) por su mecanismo, cuya palanca metálica permite abrir las anillas con el pulgar. Se llaman así debido a los separadores usados para organizar los documentos por orden alfabético.
Las partes más importantes de un archivador de anillas son las siguientes:
Anillas
El diámetro de las anillas de acero de los archivadores es algo inferior al de los agujeros que taladran las perforadoras de papel en los folios, lo que permite archivar fácilmente los documentos.
Palanca
Si el clasificador posee palanca para la apertura de las anillas, el nombre apropiado es archivador; cuando carece de ella, lo correcto es hablar de carpeta de anillas.
Cubiertas
Pueden ser de cartón prensado, forrado o de plástico. Sobre las tapas están montados los herrajes metálicos. De la calidad de las cubiertas depende en gran medida el precio del archivador.
Compresor de hojas
El compresor presiona las hojas contra el dorso del clasificador y evita que se muevan al ponerlo en vertical. Su aspecto físico es el de una pieza con dos varillas metálicas que se pueden abrir o cerrar por medio de un pulsador.
Ranura Rado
Inventada por Elba, da nombre a los famosos archivadores «Elba Rado». Una cuña en la ranura metálica troquelada en la tapa atrapa las anillas del archivador y lo mantiene cerrado cuando no se usa. ¿El propósito? Mejorar su estabilidad en vertical (mesa, estantería).
Ollao
El ollao es un orificio prácticado en el lomo del archivador y reforzado con metal para evitar la rotura. Sirve para cogerlo con mayor facilidad. Es especialmente útil cuando se tienen muchos archivadores en una estantería y no queda otro remedio que tirar de ellos desde el lomo.
Portaetiquetas
No todos los archivadores tienen portaetiquetas: los hay que lucen una etiqueta fija. Consiste en un bolsillo transparente de plástico que sirve para introducir una cartulina para identificar el contenido.
Cantoneras de refuerzo
Evitan que las aristas del archivador se estropeen por fricción cada vez que lo coges o dejas en el estante. Son unas pequeñas láminas metálicas que recubren los bordes inferiores del archivador.