¿Qué archivadores elegir para el colegio? Guía esencial

Tan simple como útil, el archivador de anillas es una solución eficaz para organizar documentos en casa o en la oficina. Para cubrir las necesidades de cada quien, lo hay de distintos estilos, calidades y tamaños. Aunque similar en esencia, el archivador para el colegio tiene ciertas diferencias que conviene conocer.

El archivador escolar es móvil; el de oficina, estático

¿En qué se diferencia una carpeta escolar de un archivador de oficina? Ambos sirven para lo mismo, esto es: archivar papeles. Ahora bien, necesidades distintas implican elementos distintos. Una carpeta para clase luce otro diseño; por ejemplo: prescinde de ciertas partes del archivador de anillas, como la palanca que abre las hojas.

Así como la mayor parte de archivadores de oficina cuentan con el sistema Rado, la ranura de metal que retiene la anilla y mantiene la tapa cerrada, no es siempre el caso de las carpetas para clase. Lo mismo sucede con el compresor de hojas, la pinza que oprime los folios contra la cubierta posterior. Sí se encuentran, no obstante, en las mejores carpetas escolares.

Archivadores de oficina para clasificar folios
Los archivadores de oficina casi siempre tienen RADO, ollao y compresor de hojas

El ollao (orificio del lomo) es útil en la oficina. Pero tiene poco sentido en una carpeta escolar. También son elementos de escasa importancia las cantoneras de refuerzo. A fin de cuentas, los archivadores para el colegio van de la mochila a la mesa y de la mesa a la mochila: no sufren desgaste por el roce con estantes, mesas, etc.

Sin embargo, dado el carácter móvil de la carpeta escolar, también sucede lo opuesto. Por ejemplo, es común que los archivadores para clase incluyan en el flanco derecho un cierre de banda elástica. Esta gomilla impide que la carpeta se abra mientras viaja en la mochila. Dicho esto, hay mochilas diseñadas a posta para transportar un archivador escolar holgadamente, como el modelo Kanken de Fjallraven.

Diseño de las cubiertas: vivas y vibrantes, o sobrias y minimalistas

Las cubiertas de las carpetas escolares son coloridas y llamativas, diseñadas para estimular la atención de los estudiantes. Pongamos por caso una carpeta con estrellas amarillas sobre un fondo rojo y un superhéroe en la portada. El diseño vibrante busca estimular la creatividad, potenciar el aprendizaje y hacer del colegio un lugar divertido y atractivo.

En contraste, las tapas de las carpetas de oficina tienen un diseño mucho más sobrio y profesional. Vamos a imaginar, por ejemplo, un archivador negro mate con el logo de la marca en una esquina. Simple y elegante, este estilo transmite seriedad, orden y paz mental. ¡Y es que se persigue lo opuesto!, esto es: huir de la distracción y ayudar a organizar los papeles y buscar los documentos de forma eficaz. Estas diferencias plasman con claridad la intención de uso de la carpeta.

Resumen y ejemplos

El archivador escolar se transporta, mientras que el de oficina se queda en el estante; llevar o no llevar, esta es la cuestión. De ello se sigue que las carpeta para clase carezcan de ciertas partes y, viceversa, incluyan otros elementos, como la goma de cierre.

Con todo, la diferencia más evidente entre una carpeta de oficina y otra escolar se encuentra en la tapa. El diseño de un archivador de oficina se centra en cubiertas de colores sólidos, a veces en tonos pastel, rara vez aparecen fotos o ilustraciones. Las carpetas escolares optan por lo opuesto: colores vivos y diseños cargados de dibujos, motivos decorativos y frases inspiracionales.

Por ejemplo, los archivadores para clase de marcas como Mr. Wonderful carecen de mecanismo de palanca, sus anillas son más finas y están decorados con una lámina impresa y plastificada con frases originales o ilustraciones llamativas que los hace más atractivos y divertidos para los niños y niñas.

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